Oriunda de la ciudad de Mar del Plata, Buenos Aires, Mirta reside con su familia en Los Angeles desde 1986. Tiene dos hijas que son su mayor orgullo y la vida le regaló dos nietos que son la luz de sus ojos. Como toda abuela, se desvive por mimarlos y verlos crecer felices.
Por eso,es que se le parte el corazón al pensar que en un rincón de su querida Argentina viven niños que no pueden disfrutar de su niñez por la falta de necesidades básicas en sus hogares como el acceso al agua potable, la higiene o la educación.
En algún momento de nuestra vida todos hemos sentido la necesidad de dejar una huella en nuestro camino. Tuvo la suerte de cruzarse con un grupo de personas que al igual que ella deseaba ayudar a estos niños y así nació AMAS. Le conmueve leer los mensajes de tanta gente que cuenta que esta iniciativa logró despertar en los Argentinos un sentimiento de solidaridad dormido. Juntos vamos a lograr calmar el Hambre de Agua.